Siendo de por sí cada plenario una instancia de balances, reconocimientos y nuevos objetivos, el de ayer significó el encuentro de más de mil compañeros del distrito que, integrados e identificados por el amor a la Patria, se organizan a diario para hacer honor a la consigna que dio nombre al encuentro, “organizar para transformar”.
El amanecer ya veía llegar a los compañeros al Club IMOS para preparar la jornada. Convocados a las 8:30, el ingreso a las instalaciones fue ágil y ordenado gracias a la buena cantidad de militantes que recibía al resto en la puerta principal, los acreditaba y guiaba hasta el punto de encuentro.
El clima se puso la camiseta de La Cámpora y, con augurios más que felices, el sol resplandeció con toda la pasión del peronismo kirchnerista para acompañar la actividad que, literal y emocionalmente, fue calurosa e intensa. En pocos minutos, el predio se fue colmando por la presencia de los militantes que se encontraban y compartían expectativas por lo que sucedería durante el resto de la tarde, mediante rondas de mate y tazas de café y medialunas que repartían los compañeros de Organización.
Al mediodía, mientras las parrillas comenzaban a encender el fuego; un fuego diferente, ese que ruge en el corazón camporista, comenzaba a arder en el inmenso salón con el flameo de las banderas que revestían las paredes y las voces entregadas a esa maravillosa música que tanto emocionaba al General. Hasta que Juan Modarelli –referente de la mesa ejecutiva de la Ciudad– inició oficialmente el Plenario que reunió a la militancia de los territorios, la universidad, los secundarios, Diversia, Ajus (Abogados por la Justicia Social) y el CEP (Centro de Estudios Políticos de La Cámpora).
En el lugar se encontraban también los referentes Juan Cabandié, Mariano Recalde, Wado de Pedro, Mayra Mendoza, José Ottavis y Andrés “Cuervo” Larroque, que junto a Pablo “Tato” Giles, Germán Urman, Carlos Liberman y Paula Penaca, quienes conforman la conducción de La Cámpora en plano nación y el distrito respectivamente.
Mariano Recalde fue recibido con la fuerza del grito sagrado: “Las Aerolíneas son de Perón”, a lo que enseguida el compañero subrayó que “son del pueblo”.
Mariano agradeció el apoyo frente al salón repleto, con emoción abajo y arriba del escenario, conviviendo en un clima eufórico y feliz. Enseguida hizo hincapié en “qué importante es tener una organización así” porque “sabiendo que están ustedes, la exigencia de hacer las cosas bien es mayor. De otra forma después no podríamos mirarnos ni tener estos encuentros con la alegría y la responsabilidad con la que lo vivimos”.
Luego tomó la palabra el miembro de la mesa nacional Juan Cabandié, quien resaltó que hay que construir “con amor y confiando en cada compañero, espalda con espalda y caminando siempre para adelante, porque las batallas que quedan no son pocas”. Cabandié abrió un punto de emoción cuando recordó: “Acá enfrente, en el año 2004 conocí a Néstor, cuando la ESMA pasó a mano de civiles. Ahí me enamoré de éste proyecto político, en el mismo lugar donde nací y por donde pasaron tantos compañeros”.
“Pero miren si no le hemos ganado a la muerte, que hoy estoy acá con ustedes emocionado y agradecido, por la fuerza que tenemos. Por eso seguiremos dándonos a la revolución del amor y de la igualdad, porque es posible. Por los 30 mil compañeros desaparecidos y dando el ejemplo, pero por sobre todo -como dijo el Cuervo en Ferro, entregando nuestro corazón y la vida por Cristina y el proyecto”, agregó Cabandié.
Por su parte, el Secretario General de La Cámpora, Andrés Larroque, dijo: “Quiero marcar un punto respecto al rol de La Cámpora en la Ciudad, la cual tiene una responsabilidad superior. Queremos un país realmente federal, ojalá pronto lo sea, pero hoy por hoy ustedes tienen que saber que están en la mira de otros compañeros que ven las movilizaciones y actividades que aquí suceden porque son el reflejo de los compañeros que militan en todo el país y Capital es la vidriera” dijo y, para culminar, parafraseó lo que Néstor Kirchner dijo años atrás, “muchachos, no hay imposibles… caminen”.
Minutos después, mientras en la ciudad el sol alcanzaba su altura máxima, La Cámpora disfrutaba del asado que encontraba a todos los compañeros juntos haciendo un balance del año. Cada postal de ese momento refleja la importancia de estas instancias en la que todos quedan frente a frente con sus propias historias, donde no existen los números de comunas ni unidades básicas y donde lo importante es ver bien alto el profundo color de la bandera nacional y de la organización allí reunida.
Alrededor de las 15 horas se realizó la convocatoria de todos al salón para comenzar a trabajar las comisiones. Fueron 25 en total, cada una conformada por aproximadamente 40 compañeros y coordinada por responsables territoriales, universitarios y de comunicación. El temario, entregado a cada compañero que se acreditó al llegar, incluía documentos que aportaban a la discusión y contaban con la información necesaria para comprender uno de los temas de las últimas semanas, la política de subsidios.
Finalizadas las comisiones, y previamente a leer las conclusiones obtenidas – donde la fiscalización, la apertura de unidades básicas y la expectativa a tener agenda en común para fortalecer el trabajo integrado de los escenarios diferentes en los que pisa La Cámpora – se vivió un momento de mucha felicidad en el que convivieron risas y llantos felices. Fue a través de la proyección de un video que mostró una línea del tiempo con movilizaciones, encuentros, convocatorias y actividades que realizadas en el distrito a lo largo del año. Sin dejar ningún momento afuera, intercalando imágenes de Néstor y Cristina, marcando el calendario con frases de canciones militantes y musicalización a merced del relato histórico, todos compartieron en profunda emoción el recorrido del año como una película en la que claramente los protagonistas “Somos Nosotros”. Y sí, no faltó el recuerdo al compañero Chicho Benítez, quien con su sonrisa clara marcó para siempre el espíritu de esta militancia con esas palabras que ya son rezo para cada día de la construcción colectiva.
El plenario fue la certeza de que hay una nueva generación política que escribe la historia paso a paso, con una carcajada entre las manos. Y comulgó con el objetivo de seguir creciendo para ser un verdadero frente de militancia que garantice la profundización del proyecto nacional y popular en las calles.
“Militaremos de sol a sol” se cantó todo el año como augurio para el resto de la vida de los pueblos del sur. Y es desde este rincón del país que late una realidad de construcción que durante este año abrió ventanas para que los vientos del sur sigan transformando cada rincón de la ciudad y del país, a sabiendas de que no hay más opción…que organizar para transformar!
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